
Qué pensaría usted si al terminar las 12 campanadas del 31 de Diciembre y al mismo tiempo iniciar el año, usted se diera cuenta que en el país ya nadie muere, ni siquiera los condenados a muerte ni los moribundos.
José Saramago, escritor Portugués ganador del premio Nobel de literatura en 1998, nos muestra las consecuencias que esto traería, siendo afectadas las funerarias, los hospitales y principalmente la iglesia, al disolverse el temor que la gente tiene a morir, lo cual hace que el pueblo ya no necesite de ella ni de Dios.
Una lectura para reflexionar sobre nuestra vida cotidiana y la cotidianeidad de la muerte, la cual pensamos que siempre es ajena a nosotros, pero que en realidad esta siempre presente. Un buen motivo para valorar lo que se tiene en vida, para revalorar las costumbres y tradiciones, el amor a nuestros muertos. Seguramente usted se sentirá familiarizado con este tema.
“LAS INTERMITENCIAS DE LA MUERTE” de José Saramago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario