martes, 25 de mayo de 2010

EL TRUEQUE

El trueque es el intercambio de objetos o servicios por otros objetos o servicios y se diferencia de la compra-venta habitual en que no se requiere de dinero en efectivo para la transacción.

En el Mexico prehispánico el centro del comercio Azteca era el gran mercado de Tlatelolco que congregaba diariamente a miles de pochtecas o comerciantes que intercambiaban sus productos mediante el trueque directo. Para vender objetos de mucho valor aceptaban oro en polvo, hachitas de cobre y cacao, los que funcionaban como "monedas mercancias".

Los encargados del transporte de los productos de lugares lejanos eran los “tamemes” o cargadores. Los principales productos eran los indios esclavos, oro, plata, piedras preciosas, ropa, zapatos, pieles, sal, maíz, legumbres, yerbas, animales, objetos de cerámica, muebles y muchos productos más. Testificó que todo era vigilado por "alguaciles ejecutores” que miraban las mercancías, y "tres jueces" para resolver las disputas que ocasionalmente surgían.

En la actualidad nada nos impide hacer trueque, mas que la necedad de tener dinero, pero bien hemos visto que por ejemplo: hay quienes poseen un vehiculo grande y lo cambian por uno pequeño, quien tiene una casa en un lado la cambia por una en otro lado por comodidad para acercarse al trabajo o por el gusto hacia la zona.

Las ventajas del trueque o intercambio son muchas, por ejemplo: comprar productos o servicios sin realizar movimientos monetarios para asi mantener su liquidez económica, muy útil ahora que la economía nacional no es del todo estable; asi también reducir la acumulación de bienes materiales o que ya no usa.

Una desventaja del trueque podría ser que no se encuentre rápidamente a alguien que quiera intercambiar lo que nosotros deseamos por lo que podemos ofrecer. Otro inconveniente en el proceso de trueque es la complejidad del cálculo en el valor exacto entre las cosas que vamos a intercambiar (falta de unidad de valor).

Esta teoría la defiende Heidemarie Schwermer, psicóloga y socióloga que no usa dinero desde hace siete años. Repartió todas sus pertenencias y todo lo que necesita lo obtiene por intercambio: comida, cortarse el pelo, ropa... Ella confiesa: «soy más feliz como mujer y me siento más libre ahora que vivo sin dinero porque tengo lo que quiero».

karmapoliceradio@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario